Ídolos de barro


Ídolos de barro, ciudades, pueblos, el seno de una familia respira del mito, come del mito y habla del mito. Su problema es nuestro problema, sus intenciones, sus miradas obsesivas a aquello que diste de su posesión, el estructuralismo con regla y cartabón, la misma regla pero no los mismos números.

Miedo a lo desconocido, el mito habla, invenciones  teñidas de  miedo frente a la ignorancia de un pueblo que va de la mano de ese ser, aquel que puso la línea que habíamos de seguir, cogió la vara de medir y algunos no llegaron a la altura. Se les tildó de anormales.
Y entonces dijeron: un hombre con una mujer, una tez dominante, una forma de actuar, el miedo como guía, todos ciegos, abren los ojos, han repartido el pan y tú lo has cogido, sin ver si quiera si merecía la pena. Pero era pan, había que  cogerlo y actuar a partir de ahí, siempre que repartan pan lo cogerás, no hace falta que te fijes en los detalles, si todos los cogen tú debes cogerlo también, así te han enseñado.
Durante el feudalismo el individuo a venerar y a imitar estaba claro, ya tenían preparado el molde.

Así el rey como individuo, magnánimo, regido por creencias dudables pero asentadas, creaba a la imagen de unos pocos  aquello que iba a dictar el camino de muchos otros. El hombre, la valentía, el coraje… una serie de ítems que definía por norma lo que tenía que ser y a lo que tenía que rendir cuentas un individuo.
Ya pues en esta sociedad feudal estaba marcadas ciertas normas, aquello que debía ser de una determinada manera, por la gracia de unos pocos, muy pocos. Aunque ya algunos ponían en duda esta base, al fin y al cabo para muchos no era más que un sencillo plano para encontrarse y moverse por el laberinto, una guía de uso. ¿Facilidades quizás?

Con el tiempo la sociedad avanzó, se dejaron atrás a los reyes y a los castillos ( o al menos a casi todos) y el individuo medio empezó a optar a posiciones  que jamás había pensado.
Un individuo medio que antaño era tildado de plebe o clase baja, pero ahora el individuo es medio ¿por qué?  Me preguntaba ¿Acaso la posición no es la misma? Bueno, quizás ahora hayan más opciones y claro que estamos en la media, nos tienen justo en el centro, donde ellos siempre quisieron.

El poder del individuo termina yaciendo por encima de cualquier régimen u organización, nos venden que podemos ser dueños de nosotros mismos. ¿Pero y si le damos de nuevo la vuelta?  La organización o el régimen crea al individuo, por lo tanto es solo un pájaro criado para volar en la dirección que ellos decidieron.

“Haz una carrera, encuentra un buen trabajo, haz una familia, varios hijos a poder ser, consigue el ascenso, múdate a un chalet… “  En definitiva acaba siendo otro androide más, un ser vivo de carne y hueso programado para una serie de logros o metas a adquirir sin apenas observar  que hay más allá de tu mera “obra” en la que solo tú crees que eres el protagonista.


Jaime.

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